MADRID, 1
de junio de 2012. (EUROPA PRESS) - El joven saharaui Lafkir Kaziza ha
iniciado este viernes una huelga de hambre de carácter indefinido en la
Embajada de Marruecos en Madrid para obtener la puesta en libertad de 22
presos detenidos "violentamente" por las fuerzas marroquíes en el
campamento saharaui de Gdeim Izik el 8 de noviembre de 2010.
En
un encuentro con la prensa delante de la Embajada, Kaziza, de 21 años,
ha declarado este viernes su voluntad de proseguir su iniciativa "hasta
la muerte" si el Gobierno marroquí no libera o, en su defecto, inicia un
proceso judicial inmediato por un tribunal civil para responsabilizar a
los detenidos de acuerdo con la legalidad.
De
igual modo, Kaziza exige a Marruecos que permita la entrada "en régimen
abierto, sin cristales y sin vigilancia" a los presos, quienes deberán
gozar de asistencia médica sin restricciones en la cárcel de Salé
(Rabat) donde se encuentran recluidos "en las peores condiciones
imaginables, con torturas frecuentes", junto a casi 80 prisioneros
saharauis repartidos en el resto de prisiones de Marruecos.
"He
decidido iniciar una huelga de hambre de carácter indefinido y de
comienzo inmediato como medio de protesta contra el trato injusto que
reciben mis compatriotas en las cárceles del país", declaró Kaziza, que
denunció la "estricta vigilancia policial" que pesa sobre su familia en
El Aaiún. "Mi hermano pequeño tiene que salir a comprar el pan porque
mis otros hermanos y mi madre tienen limitados los movimientos si no
quieren ser detenidos", lamentó.
"Ninguno
de mis hermanos ni yo hemos cometido ningún delito más que tratar
llevar una vida digna, libre, en paz, con una soberanía e independencia,
como saharauis. No podemos seguir viviendo sin patria, sin país",
declaró el joven, quien recordó la "gesta heroica" de resistencia
saharaui durante el letal asalto al campamento, que --según distintas
estimaciones-- dejó 14 muertos, tres civiles saharauis y once agentes
marroquíes, así como al menos 132 detenidos, y llamó al gobierno
marroquí a que acceda "urgentemente" a sus peticiones o si no "atenerse a
las consecuencias que pudieran producirse. "Siendo la primera de ellas
mi propia muerte", advirtió.
El
joven permanecerá apostado en las inmediaciones de la Embajada a la
espera de una respuesta a sus peticiones. Kaziza es peticionario de
asilo político y poseedor de la tarjeta roja, que autoriza a trabajar y
residir en España, y presenta un impedimento físico en su brazo derecho,
inmovilizado a la altura del hombro por los culatazos de rifle que,
según declaró, recibió de las fuerzas de seguridad marroquíes durante el
desalojo de Gdeim Izik, donde formaba parte del equipo de seguridad y
vigilancia.
Tras
su detención, el joven denunció haber sido objeto de torturas en la
llamada Cárcel Negra de El Aaiún, donde no recibió atención médica de
sus heridas que finalmente han dejado su brazo derecho en cabestrillo e
inutilizado.
Acompañando
a Kaziza se encontraba el jurista internacional y Secretario de
Refundación y Movimientos Sociales de Izquierda Unida Federal, Enrique
Santiago, quien reiteró que el territorio del Sáhara Occidental está
"pendiente de descolonización desde 1975 desde que España, única
potencia reconocida abandonó el territorio, en virtud de acuerdos con
Mauritania y Marruecos, que en ningún caso han sido reconocidos por
Naciones Unidas".
Santiago
denunció que el referéndum de autodeterminación del Sáhara se está
retrasando debido a los "múltiples incumplimientos de las resoluciones
de Naciones Unidas por parte de Marruecos en lo relativo al censo",
cuyas variaciones provocadas por el desplazamiento forzado de población
que ordena Marruecos impiden la celebración del plebiscito.