domingo, 2 de octubre de 2011

IU ve una "deshonra" en el rechazo de la Eurocámara a llevar el acuerdo de pesca de Marruecos a los tribunales




ESTRASBURGO (FRANCIA), 29 de septiembre de 2011
El eurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer ha tachado de "deshonra" que el pleno del Parlamento Europeo haya rechazado llevar al Tribunal de Justicia de la UE (TUE) el acuerdo pesquero con Marruecos, que expira el próximo febrero y cuya renovación debe negociar ahora la UE con Rabat.

Una iniciativa promovida por el eurodiputado catalán Raül Romeva (ICV) planteaba preguntar a la corte europea si el pacto pesquero respeta el derecho internacional pese a incluir las aguas del Sáhara occidental.

Meyer afirma en un comunicado que su grupo se ha opuesto desde el principio al actual acuerdo de pesca porque "viola múltiples resoluciones de Naciones Unidas que afirman que el Sáhara occidental no es territorio marroquí". También recuerda que un informe de los servicios jurídicos de la Eurocámara ya señala dudas de si la población saharaui recibe beneficios económicos por la explotación de los recursos de sus aguas.

"El voto negativo a esta propuesta hoy es una deshonra que demuestra lo poco que les importa que los Acuerdos de la UE con terceros países se ajusten a la propia legalidad europea", ha lamentado en el comunicado.

119 LICENCIAS PARA BARCOS DE LA UE, MAYORÍA ESPAÑOLES.

Los países de la UE han acordado prorrogar el actual acuerdo pesquero con Marruecos hasta febrero de 2012, aunque esta prórroga todavía necesita el consentimiento de la Eurocámara, que por el momento bloquea la decisión. Aún así, los barcos europeos pueden seguir faenando en las aguas que gestiona Marruecos gracias a un pacto provisional entre Bruselas y Rabat.

El régimen actual concede 119 licencias a la flota comunitaria --de las que un centenar son para España, sobre todo para barcos andaluces y canarios-- a cambio de una compensación de 36,1 millones de euros anuales.

Con la ampliación provisional, la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, pretende ganar tiempo para estudiar "a fondo" la información proporcionada por Rabat sobre el impacto regional del acuerdo en vigor, es decir, si beneficia a la población local del Sáhara occidental y si se cumplen los criterios de pesca sostenible, antes de redactar otra propuesta para negociar las condiciones de un nuevo acuerdo "a largo plazo", más allá de 2012.